Sacar la lengua al arte

Rafael Agredano reflexiona sobre el arte en los últimos treinta años en una colección de breves ensayos y otras narraciones. El humor en forma de ironía y a veces de sarcasmo le sirve para poner en evidencia las contradicciones de la crítica, las instituciones y el mercado del arte. 
El artículo más destacado por la influencia que ha tenido es Titanlux y moralidad que da título a todo el volumen y que apareció en 1983 en la emblemática revista Figura. Entre otras cosas Agredano desmitifica la pintura recordándonos que un cuadro es, en esencia, un objeto decorativo, pone en evidencia las falsas expectativas de querer emular lo que se hace en Estados Unidos y reivindica «devolver a la pintura la sensación simple y feliz que es el acto de crear». Quizás el escrito más divertido sea Estado mental, donde, a través de una supuesta respuesta a un cuestionario para un libro sobre artistas cordobeses, y haciendo alarde de gran perspicacia, reflexiona sobre la forma en la que la sociedad ve a los artistas y nos muestra, de un modo prosaico, la realidad a la que estos se enfrentan día a día. 
Son varios los textos en los que el autor bromea y se burla del desconocimiento y la falta de sensibilidad de los patrocinadores y de los políticos ante el artista; pero también nos revela los entresijos de la creación de su obra, la bondad de algunos de sus amigos con los que comparte inquietudes y critica las carencias en la formación que se da a los estudiantes que pretenden ser artistas en España. El tercer y último acto, que engloba dos textos bajo el epígrafe Los símbolos verité, es el más literario y nos demuestra sus grandes destrezas narrativas con una prosa clara y sencilla. 
El humor inteligente y la provocación están presentes en toda la obra de Agredano, en sus juegos visuales y en su particular visión de las vanguardias como el Surrealismo, o el arte Pop. Con estos textos el autor nos ayuda a comprender mejor el arte que se ha hecho en España en las últimas décadas pero, sobre todo, nos muestra un sólido compromiso ético en su forma de vivir el arte.














Titanlux y moralidad. El musical 
Rafael Agredano
Metropolitana, 2012

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