Gabriel Jiménez Emán y El hombre de los pies perdidos


Byblos
“Erase un profesor que no podía vivir sin libros. Cuidaba, atesoraba, adoraba literalmente sus volúmenes. No tenía esposa ahora, los hijos estaban lejos, sus padres fallecidos. Su biblioteca lo era todo para él. 
Una noche en que dormía sintió un olor extraño: era de humo, que salía de su biblioteca ardiendo, y el fuego amenazaba extenderse por el resto de la casa. Salió de ella huyendo, viendo como la biblioteca ardía y sintiendo gran goce, infinito placer pensando en cómo iría a rehacer su biblioteca".
          G. Jiménez Emán 

"Byblos" es uno de los 67 cuentos que podemos encontrar en la antología titulada “El hombre de los pies perdidos” que recoge una selección de relatos breves del escritor venezolano Gabriel Jiménez Emán, un autor, “importante por sus contribuciones e interesante en su lectura, que es preciso seguir con atención” según escribía David Lagmanovich. Aquí podemos encontrar textos extremadamente breves como el celebrado "El hombre invisible": “Aquel hombre era invisible, pero nadie se percató de ello”, otros publicados en anteriores libros como "Los dientes de Raquel" y algunos inéditos. 
Los dientes de Raquel
"Raquel mordió una manzana, y todos sus dientes quedaron en ella. Fue a su casa con la boca sangrando a avisarle a su mamá. La mamá vino corriendo asustada a buscar los dientes de Raquel, y cuando llegó, los dientes se habían comido la manzana.
La mamá quiso recogerlos, pero los dientes se levantaron y se comieron a Raquel y a la mamá.
Después, los dientes volvieron a la boca de Raquel, quien muy hambrienta corrió a pedirle a su mamá que le comprara una manzana".
          G. Jiménez Emán 

En este volumen el autor nos propone sumergirnos en realidades cotidianas y sencillas, acompañando a personajes que van desde el más corriente, con el que podríamos encontrarnos a diario o incluso al mirarnos al espejo, pasando por otros metaliterarios y hasta los más inverosímiles. Y en medio de estas situaciones, aparentemente normales, pueden tener lugar hechos extraordinarios cargados de sorpresas que, con frecuencia, navegan en un mar con grandes olas de surrealismo, nos arrancan la sonrisa, nos emocionan o nos llevan a la reflexión. 
El idiota
"Cuando el sabio señaló la luna, el idiota se quedó mirando el dedo del sabio, y vio que se trataba del índice. Era un dedo arrugado, envuelto en una epidermis desgastada, cuyo tejido anterior se hacía tan fino que el espesor de la sangre, fragmentado en pequeños puntos rojos, se dividía a su vez en forma de tabique, debido a las líneas irregulares que en grupos de cinco separaban las falanginas de las falangetas. Por la parte posterior, en la superficie de los nudillos, estas líneas eran más numerosas y parecían nervaduras de hoja, pues el sabio era tan viejo que la piel del nudillo era un pellejo de consistencia inerte, y hasta tenía ciertas marcas de los mordiscos leves que el sabio le había dado en los momentos de reflexión.
En los demás dedos del sabio había ciertos vellos que el idiota apenas podía registrar con el ojo. Tal era su concentración en el índice, distinto de aquellos por ser lampiño, con los poros más grandes y de una uña más pronunciada, curva y de una pátina tenue de amarillo. Su superficie se adivinaba casi tan lisa como la de un cristal, y brillaba. El contorno de la cutícula estaba perfectamente dibujado; no había en su línea cóncava ni el más mínimo desprendimiento. El nacimiento de la próxima uña, blanco y puntiagudo, formaba con la cutícula un óvalo que el sabio miraba a veces, encontrando en él una especie de centro universal cuyo significado desconocía. Se detuvo por fin el idiota en la parte superior de la uña, que coincidía exactamente con el nivel de la yema, y cuyo borde se inclinaba hacia abajo. Allí el idiota vio, perfectamente reflejada y redonda, a la luna".
          G. Jiménez Emán 









El hombre de los pies perdidos
Gabriel Jiménez Emán
Editorial Thule. 2005

2 comentarios:

  1. GRACIAS POR RECORDAR LAS PALABRAS DE MI EXTRAORDINARIO MAESTRO DAVID LAGMANOVICH EN ESA BELLA PAGINA QUE HAN HECHO USTEDES.

    GABRIEL JIMENEZ EMAN

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  2. Un placer. David Lagmanovich siempre nos hizo buenas recomendaciones de grandes autores.

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