Victor Balcells, Homenaje a Ionesco

Homenaje a Ionesco
Mi abuelo tenía, del lado materno, un sobrino que había sido diplomático en el Congo. Allí estuvo casado con una indígena que transportaba agua, cuyos hijos fueron mestizos colonos en el cuerno de África, junto a su tío, que fue secuestrado por un conjunto de piratas del Océano Índico, y cuya mujer se había divorciado de él trágicamente en la plaza roja de Moscú, no sin antes engendrar a un niño con poderes ajedrecísticos que fue campeón mundial, y cuyo abuelo ya había sido campeón mundial, pero de oratoria, al vencer a su tía, una gorda con amplias cuerdas vocales, cuya nieta hablaba al revés, de modo que sus hermanos no entendían nada, pero sí sus doce primos, unos especialistas en matemática, en Galois, en concreto, muerto en un duelo por un lío de faldas; su padre (el de sus primos) fue atropellado por un coche, curiosamente pilotado por su mujer; luego, al llamar a su suegro para confesar el delito, ella se quedó callada; pero su suegro sabía entender los silencios, su padre había sido monje de clausura y había callado toda la vida, incluso al engendrar a su hijo; y más tarde la apostasía le fue concedida por su cuñado, el Obispo de Canterbury entonces, cuyo nieto se casó tres veces seguidas por defunción de sus dos primeras mujeres, y cuya tercera mujer, una estudiante de la universidad de Salamanca...
Conocí a esa tercera mujer, si no me equivoco. Hablaba con las columnas dóricas de la facultad.
No era la misma.
Victor Balcells, Homenaje a Ionesco (Fuente: http://www.enriquevilamatas.com/escritores/escrbalcellsmv1.html).

Victor Balcells




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