Con veinticinco años, mientras escribía Oliver Twist, Charles Dickens recibe el encargo de reescribir las memorias del más célebre cómico de Inglaterra: Joseph Grimaldi. A partir del texto que dejó el propio actor, Dickens, con su personal talento narrativo, redacta una biografía novelada donde no faltan los elementos más característicos de su obra. Nos presenta un Londres hostil, lleno de peligros y amenazas, con sentimientos de compasión hacia los seres desamparados de la sociedad y los avatares de los desfavorecidos.
Grimaldi comenzó a trabajar ante el público desde sus primeros años de vida interpretando a un mono y no dejó de actuar incansablemente hasta que sus piernas se lo impidieron. Cincuenta años de trayectoria artística actuando en los mejores teatros de Inglaterra y una vida donde pesaron más las desgracias que los momentos de paz. Siendo niño muere su padre y pierden la fortuna que éste les dejó. Su hermano pequeño se enrola en un barco y solo aparece, fugazmente, catorce años después. Al año de contraer nupcias su amada esposa muere estando embarazada y, de su segundo matrimonio, nace un hijo por el que dio todo pero al que vio morir por sus excesos con el alcohol. A cambio de eso, nunca dejó de recoger aplausos del público, disfrutó de la entomología y la colombofilia en su escaso tiempo libre, se codeó con los personajes más célebres del país y supo encontrar momentos de felicidad rodeándose de amigos que le supieron acompañar en sus últimos años.
Grimaldi, en su genialidad, inventó al payaso moderno y supo esconder tras la sonrisa dibujada toda la tragedia de una vida que le golpeaba con rudeza. Y Dickens aprovecha a este entrañable personaje real para dar vida a un cicerone que nos muestra la vida desordenada de Londres en los albores de lo que sería la época victoriana, con una pluma cargada de realismo social que, por momentos, llega a conmover y a emocionar.
Aquí se puede apreciar la destreza narrativa del autor, su talento a la hora de describir sin artificios ambientes y personajes o la mirada compasiva e irónica con la que ve al protagonista. Dickens nos presenta una vez más, y como pocos, las miserias y virtudes de la naturaleza humana.
Charles Dickens
Traducción, prólogo y notas de Eduardo Berti.
Páginas de Espuma, 2011