Fabulilla de Franz Kafka

Fabulilla 
—¡Ay! —decía el ratón—. El mundo se vuelve cada día más pequeño. Primero era tan ancho que yo tenía miedo, seguía adelante y me sentía feliz al ver en la lejanía, a derecha e izquierda, algunos muros, pero esos largos muros se precipitan tan velozmente los unos contra los otros, que ya estoy en el último cuarto, y allí, en el rincón, está la trampa hacia la cual voy.
—Sólo tienes que cambiar la dirección de tu marcha —dijo el gato, y se lo comió.
Franz Kafka. Fabulilla (Bestiario) 







Bestiario
Franz Kafka
Edición de Jordi Llovet
Anagrama (1990)

La abandonada, de Ramón Gómez de la Serna

Por esa mujer han pasado todos los hombres, y por eso cuando mira las estrellas los ve a todos. ¡Tantos como estrellas y todos desconocidos y lejanos!
Sin embargo, conserva cierta presencia de mujer bella y conserva sus senos, aunque la ha costado un gran trabajo salvarlos de los ladrones, que se los quieren llevar, que los quieren arrancar, unos senos gastados, como se desgasta hasta la piedra en que tocan y besan las beatas. 
Perdida, aburrida de que todos la conozcan y de conocerles a todos, abandonada y desesperada en la noche, sin poder poseer al nuevo, porque ya no habrá nuevo para ella, le ha dicho al farol de su esquina solitaria con una ternura y un deseo renacidos:
—¿Vienes?...

Ramón Gómez de la Serna. La abandonada. 

Piedad, de Manuel Moya

Piedad 
Todo ocurrió mientras el payaso, minuciosa, litúrgicamente, se ponía la horrible peluca azul-celeste. Así, ya digo, en un soplo. En lo que tarda una bala en atravesar la nuca de un hombre y estrellarse luego contra un espejo que, paff, se hace añicos. Acaso el último acto de piedad de un espejo para no ver morir a un payaso.
Manuel Moya. Piedad. (La sombra del caimán y otros relatos).









La sombra del caimán y otros relatos
Manuel Moya
Editorial Onuba (2006)

Italo Calvino. La leyenda de Carlomagno

El emperador Carlomagno se enamoró, siendo ya viejo, de una muchacha alemana. Los nobles de la corte estaban muy preocupados porque el soberano, poseído de ardor amoroso y olvidado de la dignidad real, descuidaba los asuntos del Imperio. Cuando la muchacha murió repentinamente, los dignatarios respiraron aliviados, pero por poco tiempo, porque el amor de Carlomagno no había muerto con ella. El Emperador, que había hecho llevar a su aposento el cadáver embalsamado, no quería separarse de él. El arzobispo Turpín, asustado de esta macabra pasión, sospechó un encantamiento y quiso examinar el cadáver. Escondido debajo de la lengua muerta encontró un anillo con una piedra preciosa. No bien el anillo estuvo en manos de Turpín, Carlomagno se apresuró a dar sepultura al cadáver y volcó su amor en la persona del arzobispo. Para escapar de la embarazosa situación, Turpín arrojó el anillo al lago de Constanza. Carlomagno se enamoró del lago Constanza y no quiso alejarse nunca más de sus orillas.
Italo Calvino. Texto sin título. Seis propuestas para el próximo milenio (1998)












Seis propuestas para el próximo milenio
Italo Calvino
Traducción: Aurora Bernárdez
Ediciones Siruela. Biblioteca Calvino (1998)

El error de Sherlock Holmes

Pierre Bayard reabre el caso de El perro de Baskerville con una crítica policial analizando todas las ambigüedades del texto de Arthur Conan Doyle para mostrar soluciones más claras. Según el autor, Holmes se equivocó al exponer explicaciones rebuscadas y no ver lo evidente; inventa un asesinato donde no hubo más que un accidente y, en cambio, deja pasar por alto el verdadero crimen. 
Bayard a lo largo de este sugerente volumen va presentado pruebas que aparecen de modo más o menos explícito en la obra de Conan Doyle. Pero de ello no fue consciente el propio Conan Doyle que estaba ofuscado por el odio que, en aquel momento, sentía hacia su personaje Sherlock Holmes del que llegó a decir: “Si no mato a Holmes, me matará él a mí”. 
Igual que el doctor Frankenstein que tras dar vida a su criatura ésta se convierte en autónoma e impredecible, Bayard pone en evidencia que en ocasiones los personajes literarios llevan una vida independiente a su creador. Esa era una tesis ya planteada por Harold Bloom para Hamlet, por ejemplo, y quizás también ocurra con otros muchos personajes de ficción. Ahora Bayard nos descubre que Conan Doyle, sin él saberlo, permite que Holmes deje libre al verdadero asesino de los Baskerville desmitificando así la imagen exitosa del famoso detective. 
Bayard dice: 
“Conviene pues tomar en serio, en mucha mayor medida de lo que lo han hecho hasta ahora los teóricos de la literatura, las relaciones que se establecen entre los escritores o los lectores con los personajes a quienes insuflan vida. Todo conduce a pensar que estos últimos, sacando fuerzas de los sentimientos apasionados que nos inspiran, son capaces a veces, escapando a todo control, de emanciparse y de tomar iniciativas, desplazándose entre los mundos o realizando actos imprevisibles en el interior de aquel que han elegido como morada.”
Pierre Bayard que nos tiene acostumbrados a propuestas sorprendentes, reflexiona sobre la relación del libro de ficción con el lector, sobre la propia naturaleza de la literatura y nos invita a ser lectores reflexivos y a no aceptar cualquier cosa que nos plantee el escritor. Pero de lo que en definitiva habla este ensayo es de la pasión por la literatura y del convencimiento de que el lector debe ser el dueño de su lectura y participar del libro que tiene en sus manos, interpretándolo a su manera y disfrutando con él. 











El caso del perro de Baskerville
Pierre Bayard
Traducción: Javier Albiñana
Editorial Anagrama, (2010). Colección: Argumentos

Benacquista y su máquina de triturar niñas

En este libro Tonino Benacquista nos demuestra su talento para el cuento negro, humorístico y moderno. Algunos de sus cuentos comienzan con una fuerza que a veces desconciertan y nos predisponen a la lectura de lo atípico. En otras ocasiones encontramos arranques originales en medio de diálogos sin nada que introduzca al relato después del título. 
El absurdo, la hipérbole, lo fantástico el esperpento pero también el azar y los rasgos psicológicos de los personajes seducidos casi siempre por obsesiones, se combinan en una cuidada prosa y tejen historias, a veces macabras, que mantienen el suspense y la tensión hasta un final que suele ser sorprendente e inquietante. 
Son quince cuentos los que componen este volumen y están escritos con un estilo directo y fresco. Su temática variada envuelta en un humor negro no nos deja indiferentes. 









La máquina de triturar niñas 
Tonino Benacquista 
Traducción: María Teresa Gallego Urrutia 
Ediciones Lengua de Trapo (2001)