Pierre Bayard reabre el caso de El perro de Baskerville con una crítica policial analizando todas las ambigüedades del texto de Arthur Conan Doyle para mostrar soluciones más claras. Según el autor, Holmes se equivocó al exponer explicaciones rebuscadas y no ver lo evidente; inventa un asesinato donde no hubo más que un accidente y, en cambio, deja pasar por alto el verdadero crimen.
Bayard a lo largo de este sugerente volumen va presentado pruebas que aparecen de modo más o menos explícito en la obra de Conan Doyle. Pero de ello no fue consciente el propio Conan Doyle que estaba ofuscado por el odio que, en aquel momento, sentía hacia su personaje Sherlock Holmes del que llegó a decir: “Si no mato a Holmes, me matará él a mí”.
Igual que el doctor Frankenstein que tras dar vida a su criatura ésta se convierte en autónoma e impredecible, Bayard pone en evidencia que en ocasiones los personajes literarios llevan una vida independiente a su creador. Esa era una tesis ya planteada por Harold Bloom para Hamlet, por ejemplo, y quizás también ocurra con otros muchos personajes de ficción. Ahora Bayard nos descubre que Conan Doyle, sin él saberlo, permite que Holmes deje libre al verdadero asesino de los Baskerville desmitificando así la imagen exitosa del famoso detective.
Bayard dice:
“Conviene pues tomar en serio, en mucha mayor medida de lo que lo han hecho hasta ahora los teóricos de la literatura, las relaciones que se establecen entre los escritores o los lectores con los personajes a quienes insuflan vida. Todo conduce a pensar que estos últimos, sacando fuerzas de los sentimientos apasionados que nos inspiran, son capaces a veces, escapando a todo control, de emanciparse y de tomar iniciativas, desplazándose entre los mundos o realizando actos imprevisibles en el interior de aquel que han elegido como morada.”
Pierre Bayard que nos tiene acostumbrados a propuestas sorprendentes, reflexiona sobre la relación del libro de ficción con el lector, sobre la propia naturaleza de la literatura y nos invita a ser lectores reflexivos y a no aceptar cualquier cosa que nos plantee el escritor. Pero de lo que en definitiva habla este ensayo es de la pasión por la literatura y del convencimiento de que el lector debe ser el dueño de su lectura y participar del libro que tiene en sus manos, interpretándolo a su manera y disfrutando con él.
El caso del perro de Baskerville
Pierre Bayard
Traducción: Javier Albiñana
Editorial Anagrama, (2010). Colección: Argumentos