El haz de una hoja suele ser de un tono más intenso que el envés que, en cambio, tiene una cutícula más fina y es más suave al tacto. El haz y el envés no se oponen sino que se complementan encontrándose sólo en su límite. Los relatos de Juan Cobos Wilkins también tienen haz y envés y para leerlos en su plenitud hay que hacerlo en ese orden, como sugiere el propio autor, con la atención de un botánico que extrae su conclusión tras examinar la hoja completa.
La soledad del azar es un conjunto de trece relatos que se miran de reojo al espejo y se duplican en veintiséis. Estos cuentos, escritos con talento, están llenos de recursos poéticos, con ricos adjetivos minuciosamente escogidos y metáforas elegantes que caracterizan el personal estilo del autor. En algunas ocasiones los relatos inician varios caminos diferentes, muestran distintas expectativas, que el lector no sabe a qué le van a llevar hasta que, poco a poco, el argumento va tomando consistencia, ganando intensidad, rozando a veces lo fantástico y presentando algunos finales abiertos e inesperados. Los protagonistas suelen ser personajes encerrados en su soledad y zarandeados por el azar, hombres o mujeres que deambulan por la vida —en íntimo contacto con el presente, con lo cotidiano, con nuestros miedos— hasta que se tropiezan con un elemento que les subvierte, a veces es una frase escrita o escuchada, otras un objeto corriente, una imagen, un lugar, un acompañante, algo que irrumpe en sus vidas solitarias por pura casualidad pero que consigue abrir cámaras interiores y cambiar por completo su existencia. En el reverso de estos relatos se esconden a menudo personajes secundarios que observan las distintas situaciones desde lugares privilegiados o bien son los propios protagonistas que nos muestran una cara oculta diferente a la que habíamos intuido.
Este libro, que terminas de leer cuando llegas a la mitad del volumen, está escrito con una prosa muy cuidada que, con frecuencia, se vuelve bellamente lírica para mostrarnos una realidad perturbadora.
La soledad del azar
Juan Cobos Wilkins
Almuzara, 2011
Juan Cobos Wilkins
Almuzara, 2011
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