Libre albedrío
Ribadeo-Lugo. Aquella mujer hermosa guardaba un océano sin orillas en el altillo del dormitorio; y como yo solía ser bastante imprudente no hice caso a mis amigos y llamé una noche a su puerta.
Enseguida tuve el presentimiento de que se iba a producir una catástrofe, nada más verla, con sus pequeños pies desnudos, mojados, con un ligero vestido ciñéndose obsceno a mi atónita mirada. La suya fue una mirada adusta, que se posó sobre mi solo un instante, el tiempo justo para que yo perdiera el sentido y desapareciese en el piélago de sus ojos.
Desde entonces nado sin tregua a través de aguas cristalinas y prendas maliciosas, que mecen un cuerpo que ya no conozco, rescatado para siempre por el libre albedrío de aquella mujer hermosa.
Con evidente abandono sueño, cuando la pereza envejece en el horizonte, con la playa de arena fina, que me auxilie en su amanecer sereno y me arroje otra vez a la vida.
Julio Jurado, Libre albedrío (Traspiés voluntarios. Construcción o derribo de una conducta, Adeshoras, 2018).
Julio Jurado
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