Si hemos de creer al narrador, Mentxu es una dulce joven estudiante de apariencia inofensiva que tiene la costumbre de escribir un diario y morderse ligeramente el labio inferior. Estamos en el año 1968, en la ciudad dividida de Berlín y Böttcher, agente del servicio de inteligencia, indaga sobre el humillante incidente que sufre el editor Springer al que consideran autor intelectual de un atentado. Con este planteamiento Javier Menéndez Llamazares nos invita a adentrarnos en la versión alemana de aquel movimiento revolucionario que pretendía cambiar el mundo. La teoría del vaso de agua cuenta, con música de fondo, los cambios que experimenta Carmen Arruti que, tras un primer y accidentado encuentro amoroso, su familia decide enviarla a una residencia regentada por monjas en la capital alemana donde podrá seguir sus estudios. Pero cuando entra a trabajar en la subversiva librería Samizdat, frecuentada por jóvenes inconformistas, comienza una vida de libertad, intrigas y aventuras impulsadas por utópicos ideales.
Si hemos de creer a este reseñador, la novela de Menéndez Llamazares muestra la contraposición de dos culturas próximas pero muy diferentes que son primero exploradas y después desafiadas por la joven protagonista. Imágenes, prejuicios, clichés, estereotipos, pensamientos y juicios críticos contra el sistema —expresados en un tono absolutamente desenfadado, irónico y nada dogmático— se suceden en sus páginas y consiguen que el lector tome conciencia de un momento histórico que pudo ser decisivo y que, aún en su fracaso, consiguió logros que siguen vivos en la sociedad europea. La música, el deseo de ruptura y la liberación sexual son tres elementos claves en su argumento. En ese cruce cultural, hay otra interesante revolución en torno al papel de la mujer en la sociedad. A partir de un enfoque existencialista se hace una reivindicación del movimiento de liberación. En este sentido el autor afronta el reto de expresar el pensamiento y la identidad de la mujer, algo que nos recuerda a Stendhal quien perseguía con su obra la emancipación femenina. Pero todo se presenta de una forma ligera, casi musical, porque ésta es una novela de gran agilidad y uno de sus mayores logros es el manejo de los diálogos.
La teoría del vaso de agua
Javier Menéndez Llamazares
Salto de Página, 2013
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